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Arturo Frondizi
La doble vía del Peronismo
Índice General
Pág.2
I
Pág.4
II
Pág.8
III
Pág.15
Pág.49
BIBLIOGRAFÍA
Pág.52
2001 Adrián Alvarez Ripalta
Todos los derechos reservados
1
Arturo Frondizi
La doble vía del Peronismo
Introducción
Cuando el general Aramburu decide poner fin a su gobierno provisional y convocar a
elecciones generales, el espíritu de la Revolución Libertadora, lejos aún de
desvanecerse, comienza a sobrevolar el escenario trágico de la Argentina sin Perón.
La clase política nacional, imbuida de un sentimiento republicano y democrático
descabezado por la proscripción del peronismo, se lanza febrilmente a la conquista de:
los “herederos de la revolución” por un lado, y los “deudos del tirano”, por el otro.
En ese devenir proselitista, un político sagaz e inteligente declamará la tan ansiada
unión de todos los argentinos; y apostará a la grandeza de la Nación a través de la
consecución de su desarrollo económico. Se iniciaría así lo que se dio en llamar
el
desarrollismo
: base de expansión de la industria nacional, con el fin de superar la
tradicional vocación agroexportadora e importadora dependiente de un país periférico.
Ese político será el Dr. Arturo Frondizi, a quien se lo podrá condenar por haber
cometido todos los pecados, menos, el de ser ingenuo. Tal será su pragmatismo, o
maquiavelismo -como gustaría de ser calificado por sus opositores- que de su discurso
de superficie, elocuente, infrecuente si se quiere, mudará, ya en lo recóndito de la
política real, hacia la contundencia de las acciones efectivas.
Una de esas realizaciones, el pacto con Perón, constituye una de las dos vías que
decide tomar sin hesitar, la de su acceso a la presidencia con el voto de la mayoría
peronista proscripta. La otra vía, la que a la postre iría a representar el corolario de su
derrocamiento, ilustra el sentido de su egreso. En ambas se yergue el peronismo, como
una senda sólida, impertérrita, ineludible para una Argentina que no atina a poder
atravesar su camino constitucional, sin tener que dejar a su vera, vencedores y vencidos.
Es menester aclarar que el presente no involucra análisis específico sobre el
derrocamiento en sí de Frondizi, y las causas y factores que coadyuvaron para tal fin. En
todo caso se trabajará sobre sólo una de las razones esgrimidas como necesariamente
detonantes de la interrupción de su período de gobierno.
En ese sentido, se intentará focalizar la cuestión hacia los comicios de Diciembre de
1961 a Marzo de 1962, en lo que respecta al comportamiento tanto del peronismo como
del oficialismo, hasta dilucidar cómo es que Frondizi llega a autorizar a los peronistas a
presentarse nuevamente como candidatos, teniendo en cuenta las especulaciones y
consecuencias que sobrevendrían, de concretarse un posible triunfo del movimiento en
la tan vital provincia de Buenos Aires.
A esos efectos, las cuestiones a analizar son: si era sabido que el “elenco estable del
golpismo” como lo había definido su Ministro del Interior Alfredo Vítolo en alguna
oportunidad, lejos estaba de poder tolerar un triunfo peronista, que regurgitase
nuevamente la “marchita” y proclamase la vuelta de los “criminales” y del régimen
oprobioso que los libertadores habían juramentado desterrar para siempre de la Nación...
Si la proscripción al peronismo había sido una de las condiciones para la victoria de
Frondizi y su acceso al gobierno, pacto mediante... Si luego de haber redimido a los
peronistas y permitido su participación gremial, al tiempo que cumplimentaba a medias
la parte del pacto que le había tocado en suerte, éste habíase roto ya, tanto en los hechos,
como en los propios dichos del general en el exilio... Si los peronistas fueron
doblemente proscriptos, esta vez por sendos decretos que procuraban cancelar toda su
participación como Partido Justicialista...
¿Que necesidad tenía Frondizi de habilitar a los candidatos peronistas a casi cuatro
años de su mandato? Y en todo caso... ¿para qué?. ¿Cuánto podía obtener de una
victoria electoral sobre ellos?. ¿Cuál sería el costo que debía pagar en caso de una
derrota?.
2001 Adrián Alvarez Ripalta
Todos los derechos reservados
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 Arturo Frondizi
La doble vía del Peronismo
En definitiva, se tratará de sopesar las ventajas y desventajas que de sus acciones se
precipitarían. A raíz de estas consideraciones, se planteará como hipótesis lo siguiente:
La estrategia política del Dr. Arturo Frondizi en pos de la obtención del triunfo
electoral para los comicios de Diciembre de 1961 a Marzo de 1962, será esencialmente,
la de utilizar la antinomia Peronismo-Antiperonismo, para constituirse en la síntesis
superadora de esa dialéctica neutralizadora de la Argentina post-Perón. En otros
términos, el Frondizismo buscaría su propia legitimidad, y para alcanzarla, estimaría
necesario dirimir la cuestión con un electorado enfrentado ante esa disyuntiva oscilante
del totalitarismo, y la intolerancia.
La corroboración de la afirmación precedente deberá hallarse en la factibilidad de
poder establecer una relación de causalidad entre la estrategia ideada y las decisiones
ejecutadas, de manera de vislumbrar que éstas últimas, responden inequívocamente a la
fuente de inspiración frondizista antedicha. Con esa finalidad, se intentará determinar
que las experiencias electorales anteriores a las del período que nos ocupa, inciden en la
gestación del escenario político que acabará por modelar el oficialismo. Asimismo tal
accionar, deberá también su origen a la conformación de la coyuntura de mediados de
1961 y principios de 1962, dónde el peronismo -como se apreciará-, tendrá una
iniciativa y jugará un rol tan preponderante, que en cierto sentido, empujará al
oficialismo hacia la elaboración de su mencionado proyecto.
En el camino de sustentar la hipótesis propuesta, bastará subrayar que en primer
término, se tendrá la intención de explicitar el proceso causal que habría permitido al
Dr. Arturo Frondizi permanecer -aún de manera precaria- en el extremo “peronista” de
la citada antinomia, en oportunidad de aquellos comicios presidenciales de Febrero de
1958. Determinada su ubicuidad, se hará lo propio con las elecciones de Marzo de 1960,
en dónde se afirmará contrariamente, su reversión hacia el sector opuesto. Y finalmente,
se pretenderá demostrar en virtud de aquellas experiencias pasadas y de la nueva
situación imperante, la imposibilidad de restauración de las condiciones que habían
llegado a ser alguna vez, la clave de la victoria ucrista. Es entonces cuando por sobre
ese acotado marco del antiperonismo-peronismo, el oficialismo procurará distinguirse
como una nueva entidad.
En consecuencia, es que se parte de la premisa de la utilidad de esta bipolaridad
peronismo-antiperonismo, entendiéndola a su vez, como la confrontación de dos
categorías sociopolíticas e ideológicas de la historia de la Argentina contemporánea que,
aún conllevando en sí mismas la diversidad cómo la esencia natural de su
caracterización, es de válida presunción su beneficio en el aprovechamiento de
determinadas propiedades de aglutinación de voluntades y sentimientos individuales
que, muy a menudo, culminan por materializarse en resultados electorales.
Todos estos análisis serán valorados con posterioridad, cuando finalmente se abran a
nuestros interrogantes los esperados comicios de Diciembre de 1961 a Marzo de 1962, y
se planteen las alternativas ciertas o inciertas de un nuevo acuerdo entre Perón y
Frondizi, o en todo caso, se especule sobre cuanto hay de viable y cuanto de legítimo en
las decisiones resueltas por el líder ucrista, en lo que hace tanto a la cuestión de forma y
de fondo de la reinserción del peronismo en la vida política argentina, como en lo que
respecta a la posibilidad o no de captación de muchos de esos votos populares que
siempre se habían manifestado como de patrimonio histórico del movimiento.
Por todo lo expuesto entonces, la incógnita última será dilucidar si las alternativas
electorales de la Argentina podían llegar a ser tres: Peronismo-Antiperonismo, y muy
especialmente para las aspiraciones del primer presidente constitucional argentino
después de Perón, Frondizismo.
2001 Adrián Alvarez Ripalta
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Arturo Frondizi
La doble vía del Peronismo
I
De “Libertador” a “Peronista”
Cuando el gobierno provisional del General Aramburu convoca a una convención
constituyente para comicios a realizarse el 28 de Julio de 1957, no sólo lo hace con el
objeto de formalizar la validez de la Constitución de 1853, que había sido restituida por
Decreto-Ley el 23 Abril de 1956, aboliendo las enmiendas del ’49, “medida bastante
inoperante porque los <Objetivos de la Revolución Libertadora> expuestos en
diciembre de 1955 actuaban como normas transitorias superiores a las
constitucionales”
1
; sino y especialmente porque “... el gobierno provisional ensayaba lo
que se dio en llamar el
recuento globular
del electorado. Pues antes de implementar la
apertura electoral parecía indispensable al elenco de la Revolución Libertadora conocer
la aproximada composición de las preferencias ciudadanas.”
2
Es de destacar que la autodenominada Revolución Libertadora, oportunamente había
ya disuelto al partido peronista en sus dos ramas
3
, y paulatinamente continuó
propiciándole golpes varios, tales como la confiscación de bienes
4
, prohibición de
propaganda
5
, y por Decretos-Leyes 4.258 y 7.107 de Marzo y Abril de 1956
respectivamente, la inhabilitación de ex funcionarios públicos, autoridades del partido, y
la imposibilidad del ejercicio de cargos gremiales. Éstos dos últimos
instrumentos
legales especificaban en su articulado que dichas inhabilitaciones se extenderían hasta la
fecha que fijare a tal efecto el futuro gobierno constitucional de la Nación. Esta
concesión explícita de Aramburu era muy particular, porque allanaba sin duda el
camino hacia una futura amnistía, cuando aún el esperado anuncio a elecciones
presidenciales no había sido efectivizado
6
, y el “Pacto”, no era más que una aspiración
secreta que había comenzado a despuntar embrionariamente a través de una primer
entrevista de Frigerio con Perón, allá por Enero de 1956. En esta línea de
contradicciones en la que por un lado se aporreaba al peronismo, y por el otro, se
contemplaba su futura indulgencia, la revolución alcanzaría el cenit del disparate en
Enero de 1958, a menos de dos meses de los comicios generales: “...el propio presidente
Aramburu sugirió la idea de levantar la proscripción al Partido Peronista durante la
reunión de oficiales navales realizada en la base de Puerto Belgrano. La reacción fue
casi unánimemente negativa; sólo dos de los oficiales superiores presentes se mostraron
dispuestos a considerar la idea. Aunque nada surgió de todo eso, el gobierno permitió a
un grupo de partidos neoperonistas, inclusive la Unión Popular, el partido Blanco, el
partido Populista, y el partido de los Trabajadores, que se registraran en los Tribunales
1
Luna Félix, 1972, Pág.104
2
Ibíd. , Pág.113
3
[1] Dec-Ley 3.855/55. Algunos de sus considerandos: “Que dicho partido se identificó prácticamente
con el Estado totalitario y sirvió en forma incondicional a todas las desviaciones, violaciones y
arbitrariedades del ex gobernante". "Que el partido peronista violó las normas legales sobre
funcionamiento de los partidos políticos convirtiéndose en parte de la organización estatal al servicio del
dictador, ya que sus candidatos eran impuestos, a veces, hasta públicamente por el gobernante
depuesto”.
4
[2] Dec-Ley 210/56
5
[2] Dec-Ley 4.161/56. En su Art.1, apénd "a", 2do párrafo, se destaca "Se considerará especialmente
violatoria... la utilización de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes,
el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las
expresiones "peronismo", "peronista", "justicialismo", "justicialista", "tercera posición", la abreviatura "P.P",
las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales denominadas "Marcha de los
muchachos peronistas" y "Evita capitana" o fragmentos de las mismas, la obra "La razón de mi vida"...".
6
Recién será pronunciado a los noventa días de este particular, en Julio 1956 con promesa de
elecciones para fines de 1957. El Decreto oficial de convocatoria es del 15 Noviembre de 1957, fijando
como fecha el 23 de Febrero de 1958.
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